Tres Cuentos de Carreras de montaña


1º valida de Gatorade-Feveatletismo

Ya faltaban 20 minutos para la largada y yo llegaba apurado después de trasnocharme pendiente de un familiar que llevé a la emergencia de una clínica a las 11 de la noche del día anterior. (posteriormente le extrajeron la vesícula a las 10:00 a.m.). a las 7:00 a.m. todo indicaba que yo no iba a correr, le dije a Ketty que se fuera sola y corriera con mi Chip y así por lo menos íbamos a llegar juntos de manera virtual a la meta. Pero bueno, mi espíritu competitivo y meses de preparación, aunque sea chucuta, me hicieron aparecer a 20 minutos para la largada. Allí estaba mi maratonista preferida calentando esos músculos. También fue una satisfacción ver a Bernardo que corría poco a poco, como lo hacemos todos antes de de la competencia para subir las palpitaciones de la máquina y llevarlas a casi el ritmo de competencia. Aún mas satisfactorio fue ver aparecer con su sonrisa eterna a: HELENA¡¡¡¡. Después de los saludos, vinieron las recomendaciones, los calentamientos, la preparación de los organizadores disponiendo la salida, el choque de puños entre los panas, el "SUERTE", "FUERZA", "DURO", golpes en los hombros, el infaltable beso de la suerte a Ketty y el de ella a mi y "!SALIDA¡¡¡¡¡ Empezó la subida y el pelotón se alargaba como una serpiente, solo se escuchaban los golpes de los Nike y Salomon de Cross contra el cemento, y la respiración de todos. Primeras curvas trotando, luego los que pueden conservar ese ritmo lo siguen haciendo, otros como yo, preferimos cambiar la técnica y caminamos a un paso tan rápido como los que trotan (vainas de mecánica), Luego de 10 minutos, alcanzo el CORTA FUEGOS, ufff¡¡ a correr¡¡¡ allí empieza el parto, es una zona para la explosión, para los velocistas, nosotros los montañeros allí perdemos minutos y posiciones, se trata de aguantar correr dosificado y agarrar una buena rueda (cuando te pegas a alguien que va mas duro que tu y no lo dejas ir haciendo que te arrastre). Ya a los treinta y cinco minutos de competencia arribé a P.G.P. Chacaito después de serpentear el corta fuego con sus inclinaciones y declinaciones sabrositas. Allí, por primera y única vez, aguita pal´ coco y Gatorade pa´ dentro, y bueno empieza la ruta de las quebradas de Chacaito y las Adjuntas, este si es el terreno de montañistas, allí me toco pedir permiso para pasar a la gente que me había pedido permiso en el cortafuego. En competencia esta ruta es hija de puta, por lo tanto: demasiado sabrosa.. Llegué a loma serrano. Loma serrano (punto mas alto de la competencia) en 60 minutos (igual que mi entrenamiento anterior) y la felicidad ya desbordaba porque de allí para adelante todo era correr pa´ bajo.. Entre Loma Serrano y los bebederos de Sabas Nieves pase como a 5 personas entre las cuales 3 eran mujeres que por lo general no bajan duro. En la segunda curva ya bajando Sabas vi un trágico espectáculo, Un Pana que hizo Turmero Chuao con nosotros en el curso de baja y media (espeleólogo el) había tropezado en la competencia y se golpeo, lo estaban atendiendo pero me pareció que habia perdido el conocimiento. Ya algunos visitantes de Sabas iban a llamar a Defensa Civil que estaba cuidando la competencia, decidí seguir mi camino, faltando tres curvas para terminar Sabas Nieves hice un salto largo para salvar una canaleta y TARANNNNN: se me engarrotaron las dos pantorrillas al mismo tiempo y en el aire, caí como pude parado y seguí cojeando hasta la meta después de 70 minutos de sudor, respiración profunda, montaña, sabor, panas que están compitiendo contigo y sin embargo te dicen: "BIEN PANA, VAS BIEN, NOS FALTA POCO, YA VAMOS A LLEGAR¡¡¡¡¡¡¡¡¡". En la meta el tipo con el micrófono que dice tu nombre cuando la pasas, la chica que te pone la medalla, el agua, el Gatorade y a saludar a los panas que ya llegaron. a los 76 minutos llegó en muy buena forma Bernardo, nos sacamos unas fotos con otros panas y a los 83 llegó muy fuerte Ketty, ovacionada y con los brazos arriba. Luego Helenita e los 105 minutos en su primera competencia después de haber hecho muchos trekkings probando otras sensaciones y con la eterna sonrisa, con abrazos y con mucho cariño.
Van a haber mas carreras, va a haber mas historias, sonrisas, cariño, sudor, montaña...


1ª de la triple corona de montaña


Esta vez no había excusa. No había familiares enfermos, me había hidratado bien el día anterior, entrené suave toda la semana después de la paliza de la carrera del fin de semana anterior. Dormí las horas apropiadas. Todo indicaba que iba hacer una tronco e´ carrera y con esa convicción calenté los veinte minutos previos a la salida. Repasé la ruta mentalmente y hubo secciones que me intimidaron. Pero allí estábamos todos, con dos piernas cada uno y con dos pulmones, (aunque hay tipos que me parece que hacen trampa porque creo que se pusieron dos mas). Esta vez me ubiqué en la línea de largada junto con los ELITE, entiéndase: comecandela. La largada fue rápida y a continuación de ella entré como en un estado de semiinconsciencia que me acompaño durante toda la ruta. Es extraño pero empecé a oír un ruido raro, no quise hacerle caso aunque era recurrente: como cada 5 minutos. Luego de la subida de PGP Chacalito (en competencia es pa´ cagarse) se fueron definiendo las posiciones de cada quien. Durante los primeros kilómetros fuimos en un pelotón de punteros que se fue haciendo cada vez más escaso. Era evidente que íbamos en un ritmo muy elevado que no todos podían aguantar, pero extrañamente me sentía cómodo. Después de varios minutos me di cuenta que solo tenía que aguantar medio kilómetro mas de cortafuego y luego la bajada de San Bernardino en la que sabía que le iba a sacar provecho para consolidar una ventaja buena y así enfrentar los últimos tres y medio kilómetros de Cota Mil hasta la meta…. Me desconcertaba el ruido extraño. Estaba metido en mis oídos y cada vez era más alto. Llegué a pensar que sería un problema de presión arterial y dije: “la cagada, ahora si me jodí”. Pero bueno, como iba cómodo con mi paso de carrera decidí que nada iba a alterar mi ruta a la meta. Me concentré y ya pronto estaba entrando en el último kilómetro. ¿Saben? ¡¡¡Ir primero en una carrera no tiene precio!!!. La meta fue un paseo y se acentuó mas mi estado de semiinconsciencia, ¡la ovación del público!, ¡la alegría!, ¡el terminar primero!. VERGA¡¡¡¡¡¡¡
En el podium, justo en el momento de la premiación el ruido en mis oídos se hizo insoportable… solo allí… en ese maldito momento fue que me di cuenta que ese ruido era el despertador, abrí los ojos y lo tenía frente a mí, indicándome que si no me movía rápido no iba a llegar a la carrera.
El tiempo se agotaba y llegamos (Ketty y yo) solo con 10 minutos de anticipación, medio calentamos y a correr. No les voy a echar otro cuento de carrera, solo que fue rápida, demoledora y los últimos kilómetros en "la Cota Mil" fueron eternos y de una soledad insondable: todo transcurría en silencio y si, me sentí extrañamente solo. Faltando un kilómetro, ya sabía que se iba a cumplir mi meta de llegar en menos de una hora (11k de montaña).
Me hizo feliz bajar la hora, pero… pero…. A los dos minutos de llegado me di cuenta que había cambiado un sueño placentero por una pesadilla: Bernardo llegaba solo dos minutos después de mí. La presencia de este carajo se está haciendo amenazadora y mas en carreras de velocidad que no hacen un desnivel muy grande. La pesadilla es tener que escucharlo decir: “YA ESTOY SOLO A DOS MINUTOS, CUIDATE BICHO, JA JA JA” Que vaina. No hubiera despertado. Luego, después de 1h9´ llegó Ketty, se veía exhausta, mamada y con ganas de vomitar a la tipa que la paro para quitarle el Chip. También le pegaron los últimos kilómetros de la siempre exigente montaña rusa, perdón, Cota Mil.


Conquista al fortín 2da de la triple corona de montaña

Así se llamó la carrera del domingo que discurrió entre La Pastora y El Fortín. Fué un dia de playa en la Montaña: El sol al principio suave como una incubadora materna y luego inclemente haciendo mella junto a su hermana la deshidratación. Bueno, el barrio estaba prendido mientras en la meta se concentraban los nervios y la gente... los bichitos duros que iban llegando te hacian recordar que uno estaba ahí para disfrutar y no para ganar... para entrenar para la alta montaña y los trekkins y para compartir una mañana de domingo con 250 carajos y carajas (constitución bolivariana) que les gusta desayunar los domingos montañita a paso de moto... Salimos medio desordenado como el barrio mismo y esta vez lo que se oía era a los borrachitos que decien "echenle bolas coñoemadres ja ja ja". Algunas señoras en la parada de autobus aplaudian emocionadas porque no esperaban que su barrio fuera esa mañana su Nueva York con marathon y todo. No hubo beso de la suerte porque Ketty no corrio, no hubo choque de puños porque Bernardo: se enfermo, el quizo reservarse para curar de una vez por todas esa gripe aviar (Aviar: dicese de las gallinas y los patos; en que categoria entra?). Tres kilometros y medio de concreto puro con un desnivel paritorial en el que lamenté no haber llevado los piolets técnicos pero que superé en un tiempo satisfactorio ya que me había pegado en la rueda de la que a la postre fué la Primera Dama en llegar a meta, luego al llegar a tierra (camino de tierra) que es el plano la tipa se me escapó como si me hubiera robado una cadena de oro y no la ví mas sino en la meta donde le agradecí que me hubiera subido con tanta determinación: "fue un placer" me dijo, y yo quedé como que si me hubiera insultado.... no sé... (Por cierto, ella fué la que implanto el record de ascensión al Bolívar desde las heroínas al pico y a las heroínas en 15 horas) Estábamos ya en El Fortín, el sol hermoso, la vista inmejorable, mi tiempo de 49´57 muy mejorable. y luego el paraíso: me sometí a una sesión de masajes con una chica con unas manos mas poderosas que unas tenazas... me renovó y quería correr otros 7 kilómetros...
OIKOS X-TREME estuvo, mocho pero estuvo... sin Ketty..Burda de mocho.
En la carrera de ascenso al Oriental de hace dos semanas y que no fue reseñada por los acontecimientos en el Nanga Parbat, resulta que la dura fue Ketty, Bernardo abandonó en Piedra del indio debido a la aviar y yo llegando a Cabeza De Elefante arrugué por mi gripe particular. Esperé a Ketty que me empujó hacia arriba, me esperó, me jaló, me masajeo los engarrotamientos que me dieron, no se porque con tanta frecuencia, hasta me pinchó los músculos con un alfiler del número de competencia, eso aliviaba por momentos la tortura... al cabo de 4h17´ llegamos a meta en Sabas Nieves agarrados de manos para la foto y para SENTIRNOS en esa cumbre.

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